domingo, 6 de febrero de 2011

Lluvia. Sólo mucha lluvia.

Sentada en la ventana
viendo pasar la tarde:
y de pronto me doy cuenta...
¡Ya nada es como antes!

Llevo una maleta vieja
cargada de recuerdos
y mi felicidad
atrapada por el miedo.

Mis sueños quedan lejanos
y tu mirada en mi mente.
Aquel deseo congelado
de un cariño permanente.

Y ahora desaparecemos
y nuestra historia se borra:
se para incluso el reloj,
que tu presencia me roba.

Mirar atrás y pensar
que ha valido la pena.
Volver la vista para alzar
tus manos hacia la libertad.

La soledad me inunda,
me sumo en tu sonrisa.
Pero hoy todo me da vueltas,
hoy recuerdo aquel día...

Lluvia. Sólo mucha lluvia
que teñía el cielo de gris
y ni la más tenue sombra
supo entonces qué decir...