domingo, 1 de enero de 2012

El tenue disfraz.


Y entendí que la verdad
podía llegar a doler tanto...
Sumido en la inmensidad
su lamento tornaba en llanto.

Miraban sus ojos fríos
al resplandor de la razón.
La decepción de un amor roto
le atacaba sin compasión.

Los celos con capa y espada hirieron;
En pocas palabras se defendió "el amor"
ocultándose bajo aquel tenue disfraz
que a la larga, como todo, se perfumó con falsedad.

El mundo entero era una máscara,
ya no quedan valores, ya no queda ni respeto
y las almas perdidas vagan
en busca de lejanos e imposibles sueños.

Muero por dentro y estoy sonriendo,
confieso que me quiero ir, pero sigo clavada a ti.
No dudo que el sol brille en el cielo,
pero lo cierto es que en mi corazón sigue lloviendo.