domingo, 14 de noviembre de 2010

La muerte.

Mi memoria recordó,
despertó, y la realidad,
que arde, como arde el tiempo...
Pronto la muerte vendrá...

Los segundos se desvanecen,
se escapan entre mis dedos.
Como ceniza, enloquecen.
Amor... ¡Maldito invento!

Pero ahora qué más da...
si nuestros días inertes
de tu recuerdo se irán.
Ya nadie los recordará...

Pedí una oportunidad
que la muerte me negó.
Fui de tus brazos arrancada
sin piedad ni compasión.

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