domingo, 15 de agosto de 2010

A Diego.

Sentir que alguien ya no está,
sentir un inmenso vacío
y no poderlo llenar
nunca más con otro amigo.

Todo aquello que soñábamos
un día se desvaneció.
Todo aquello que planeábamos
la vida nos lo arrancó.

Ahora lo que nos queda
es llorarte en un rincón,
tenerte siempre presente
y llevarte en el corazón...

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