Nada, ya no queda nada.
El tiempo todo se llevó,
pero yo quedé anclada
por siempre a tu corazón.
Y cada palabra tuya
se quedó grabada en mí.
Aunque ahora, son sólo palabras
muy fáciles de decir.
Quisiera mis gritos ahogar,
quisiera volver a reír,
quisiera poder borrar
todo lo que me lleva hacia ti.
Cuesta escribir lo que pienso
porque sé que es la verdad:
El fin de unos sentimientos
que creían no tener final...
Reflejas muy abiertamente lo que sientes, me gusta.
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